lunes, 1 de agosto de 2011

Comportamiento y educación canina (8)

Relajo

Un perro relajado es un perro sin preocupaciones, puede dormir tranquilo al ver todas sus necesidades satisfechas y sin tener responsabilidades más que las asignadas en forma clara por su dueño

Un perro estresado descansará físicamente, pero no se relajará




Un perro relajado y despierto mostrará las orejas como lo determina su anatomía, la cola baja y suelta, el cuerpo sin tensión. Si está recostado preferirá apoyar su mentón sobre sus patas delanteras o sobre una superficie, recordando esa sensación de protección y calidez cuando apoyaba su mentón en el lomo de sus hermanos.

Apoyar el mentón les da la sensación de seguridad que tienen los cachorros. Si tu perro se apoya sobre tu pecho, lo disfrutará aún más, ya que sentirá el latido de tu corazón, y tú también te sentirás más unido a él.



En general la ansiedad aguda en un perro se expresa con sonidos (gemidos, ladridos, aullidos constantes)
La ansiedad crónica se observa más a largo plazo y puede implicar cambios en el peso (aumento o disminución) o incluso actitudes más patológicas como morderse una pata o rascarse hasta tener heridas

La que más causa problemas a los humanos es la ansiedad a la separación, ya que el perro reacciona con aullidos, y causando destrozos cuando queda solo, pero con un buen líder, que no saluda ni se despide, el problema disminuye notoriamente o se elimina por completo cuando el líder y sus capacidades son respetados por el perro.

También produce ansiedad los cambios bruscos en el entorno (cambio de casa, llegada de un nuevo integrante a la familia, etcétera), o algunos cambios en la naturaleza (lluvia, truenos, temblores, granizos, vientos, fuegos artificiales, etcétera). Para solucionar los primeros es fundamental un buen liderazgo: “nos cambiamos de guarida, pero está bien, porque mi dueño está tranquilo”. Para evitar los segundos es necesario desensibilizar al cachorro desde pequeño: sacarlo, que conozca los ruidos de su entorno, que nos vea tranquilos frente a ellos. Quizás se asuste en la primera tormenta, pero al vernos calmados y seguros, cuando venga la siguiente no estará ansioso.

Las visitas al veterinario, el baño, administración de medicamentos, gritos de los niños, peleas humanas, también producen ansiedad

La ansiedad crónica mejora notablemente con un buen liderazgo y paseos diarios
La ansiedad aguda mejora notablemente con seguridad por parte del dueño

El manejo de la ansiedad del perro en situaciones como el baño (por ejemplo) debe basarse en las “señales de calma” para lograr nuestro objetivo en forma segura

CUIDADO!
Un perro ansioso es más proclive a morder



Es más esperable que un perro reaccione con miedo frente a situaciones ya enfrentadas y que le causaron dolor
Físicamente un perro con miedo se observa muy sumiso, pero con la cola metida entre las patas de forma exagerada


Fíjate en la cola de esta perrita. Totalmente entre sus patas

Un perro con miedo puede ser muy agresivo, ya que siente que su vida corre peligro
Es bueno identificar la fuente del miedo para poder tratarlo (miedo a los disparos o a los palos)

Si no se puede identificar (perro adoptado), el dueño debe ser paciente, muy seguro en su actuar, pero a la vez muy suave, y mostrar señales de “sumisión” de vez en cuando, para que el perro se sienta cómodo, sobretodo si fue previamente maltratado
Para vencerlo se requiere muchas veces rehabilitación profesional



La expresión de la mirada habla por si sola.
Un perro alegre tendrá energías para demostrarlo, aunque tenga limitaciones físicas.

Un exceso de “alegría” puede representar ansiedad (al saludarnos). Incluso el perro puede llegar a orinarse. Esto suele suceder más en los cachorros que en los perros adultos.
El movimiento de la cola no siempre demuestra alegría (ver dominancia), pero una cola media o baja que se mueve rítmicamente refleja alegría


Los perros, entre sus pares, imponen límites. De esa forma se respeta la jerarquía y se evitan las peleas. Los límites los pone el ejemplar de nivel superior, por lo que es tarea de los humanos.

Entre perros, un “NO!” se expresa con un gruñido y un mordisco suave, generalmente al cuello. Ambos movimientos son rápidos y secos, y muy eficientes.

Los límites deben ser puestos por el humano, y el “NO!” humano, debe ser dicho con convicción y de forma rápida y seca.

Una vez logrado el efecto de un “NO!” se debe felicitar al perro (con cariño, no comida!), para que diferencie entre lo que está bien de lo que está mal.

No hay mejor recompensa para un perro que el cariño de su amo.

 
Cansancio

El cansancio físico en un perro joven es difícil de lograr, y es más fácil en perros viejos o cachorros, o perros jóvenes que se ven expuestos, por ejemplo, al humo del tabaco
El cansancio “mental” se logra rápidamente, y lo podemos reconocer con las “señales de calma”. Que debemos conocer y respetar

Andrea Poblete Pérez

El cansancio de vivir en la calle

 

El respeto se asocia con la sumisión. No considerar la sumisión como un defecto. Al contrario, es una actitud completamente deseable en un perro de compañía. Lo hace más fácil de llevar y lo expone a menos riesgos con otros perros, ya que un perro que respeta jerarquía no es un perro que necesite ser castigado.

Si el perro sabe respetar rango, podrá llevar con mayor facilidad y comodidad una relación saludable con una familia humana, y disfrutará del juego con otros perros.
Un perro sumiso no es un perro tonto, ni miedoso ni sometido. Es un perro respetuoso de su posición en la manada, y respeta la jerarquía intrínseca con otros perros aunque no vivan con él: el cachorro debe respetar a un perro adulto, el pequeño no necesariamente está bajo el grande en jerarquía, por lo que el perro grande debe respetar al pequeño si es más viejo o tiene mejores aptitudes, pero para que el perro conozca los códigos y los respete debe socializar con otros de su especie.

Recordemos que en una manada compuesta por humanos y perros, el humano SIEMPRE debe ser el líder, y el líder se respeta
Debemos identificar las diferencias entre sumisión por respeto y miedo, ya que un perro respetuoso es un perro feliz, pero uno que es temeroso estará constantemente estresado, aunque a nuestros ojos el perro nos respete.

El ejercicio de obligar a los cachorros a desviar la mirada al ponerlos panza arriba, les genera una impronta indeleble sobre “quién manda”, pero debe hacerse con seguridad y convicción, y si el cachorro no lo hace es un punto a mantener presente en la adultez (potencial agresión)

Este perro debe sentirse cómodo al respetar a su amo, no temerle

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