lunes, 1 de agosto de 2011

Comportamiento y educación canina (12)

Interacción canina
           
A continuación veremos cómo se relaciona el perro con sus pares, con los humanos y con otros animales, y reforzaremos los conceptos ya revisados del lenguaje canino.

La base de la buena convivencia entre dos o más perros es el respeto de la jerarquía

Si todos los individuos son equilibrados (sin antecedentes de agresividad, sin traumas, miedos, etcétera) ellos mismos se organizan en la pirámide jerárquica, pero los humanos SIEMPRE deben ser los alfa

Es por eso que las jaurías de perros callejeros son tan efectivas, y si hay peleas entre los individuos de la manada son para organizarse, pero las heridas que se producen, si es que las hay no son graves






Es mucho menos factible que un perro se pelee con otro, o que provoque la ira de otro macho si está castrado

2 hembras o 2 machos, o hembra y macho pueden convivir sin problemas, siempre que la pirámide jerárquica esté liderada por humanos. La convivencia entre dos machos es más fácil si no hay testosterona.

No debemos forzar la “amistad” entre dos perros. No necesariamente todos los perros se llevarán bien con otros perros, aunque conozcan el lenguaje, sean individuos equilibrados o estén castrados. Puede que convivan juntos sin mayores problemas, pero quizás no quieran jugar entre ellos, o no quieran compartir sus espacios o juguetes. Puede que yo no soporte a secretaria nueva, por respeto no me voy a pelear con ella, pero aunque el jefe insista, no la voy a invitar a tomarse un trago después de la oficina, y no por eso me van a despedir. Quizás si me dejan de presionar, con el tiempo, seremos las mejores amigas.



La convivencia entre perros y hombres es muy antigua, y la relación le entrega beneficios a ambos

Es imprescindible que el hombre tome la postura de líder, ya que en caso contrario lo hará el perro, y al invertirse la pirámide se genera el desequilibrio: el perro no es capaz de cumplir con la satisfacción de nuestras necesidades y se estresa

Un perro estresado, en general, es una molestia para el ser humano (ladran mucho, hacen hoyos, pueden ser agresivos, rompen cosas, etcétera), pero hay que recordar que si un perro está estresado, es culpa de un humano

Independientemente si el humano es adulto o niño, debe estar sobre el perro en la pirámide. Los adultos deben enseñarle a los niños cómo ser buenos líderes a los ojos del perro, y los niños deben entender que un perro no es un juguete, es un ser vivo que debe ser respetado y sus necesidades satisfechas (comida, agua, paseo diario, veterinario, etcétera)
Los niños pequeños deben ser SIEMPRE supervisados por un adulto cuando estén con un perro, ya que pueden ser muy crueles con los animales, y un perro molestado puede morder suave como advertencia, pero en la piel de un niño se pueden producir heridas serias

Es importante socializar al perro con niños desde cachorro (idealmente) o en su edad adulta con paciencia, pero si se tiene la posibilidad de escoger al perro después de los niños hay que considerar la tolerancia, brusquedad y las ganas de jugar del perro de acuerdo a la edad de los niños

Los perros no son juguetes, pero tampoco son humanos. Nos parecemos mucho en nuestra estructura social, pero tenemos diferentes necesidades y códigos
La alimentación nuestra puede ser dañina para un perro (papas, chocolates, harinas blancas en general son veneno para ellos), por eso es mejor que coman pellets

Los perros no tienen necesidades sexuales ni practican el sexo por placer. Es sólo una conducta hormonal para mantener la especie, y un perro puede morir “virgen” sin ningún problema ni físico ni sicológico, mientras se adopten las medidas de esterilización responsable correctamente. No debemos sexualizar a los perros como si fueran humanos

Los perros en general no necesitan usar ropa ni zapatos, ya que su pelaje se adapta en cantidad al clima. El uso de ropa es más para satisfacción de los humanos, y el sentimiento de ridículo es sólo nuestro. Sólo se debe salvaguardar la comodidad del perro, que no sienta calor ni limitaciones de movimiento. De todas formas, en los días más fríos del invierno, puede ser una buena idea abrigar a nuestro perro si es muy cachorro o si es muy viejito o si está enfermo o desnutrido.

Un perro puede vivir perfectamente dentro de la casa, incluso dormir con nosotros en nuestra cama, pero si un día no queremos que lo haga, el perro debe seguir la orden, y eso se logra siendo un buen líder.
A la hora de la comida siempre es mejor que el perro coma después de los humanos, y no se le debe permitir “pedir” comida. Ese comportamiento se corrige mejor mostrándole los dientes y gruñendo un poco, que gritándole que no lo haga



Actitudes no deseadas:

  • Que el perro ponga sus manos sobre nosotros
  • Que “exija” cosas (comida, cariño, etc.)
  • Que simule movimientos de monta
  • Que marque territorio en el nuestro
  • Que gruña estando nosotros presentes
  • Que no permita que nos acerquemos a su comida





Los perros sin un liderazgo correcto por parte de sus dueños pueden sufrir este trastorno

Se trata de llantos, ladridos descontrolados, destrozos en la casa, cada vez que los humanos dejan al perro solo.
El perro sufre ansiedad porque considera que los humanos que se van son sus cachorros y confía tan poco en ellos que cree que no sobrevivirán solos

La solución es simple: ¡ser un buen líder!, y no sentir pena por tener que dejar al perro solo mientras estamos en el trabajo. Si no fuera por que tenemos trabajo no podríamos darnos el lujo de tener a un perro bien cuidado




Incluso en los animales que viven en la calle podemos ver esta relación

Debemos siempre ser prudentes y no olvidar que el perro originalmente es un animal carnívoro cazador.
Tampoco podemos olvidar las características propias de cada especie y las diferencias de fuerza y tamaño: lo que es un juego para uno puede matar al otro

Debemos considerar además el propósito de cada raza: quizás no funcione la amistad entre una raza ratonera como el yorkshire y un hamster.

No es buena idea forzar las relaciones. Si bien los animales no sienten celos como nosotros, los perros sí pueden sentir amenazada su permanencia en la manada por ser desplazados por un nuevo integrante, y esto puede causar serias peleas o incluso la muerte de uno de ellos. Para disminuir el riesgo que esto ocurra el perro debe sentirse cómodo y seguro en la manada, para lo cual es imprescindible que los humanos sean buenos líderes.

La clave es ser prudente y respetar la naturaleza de las especies y de la cadena alimenticia. Por esto siempre se debe supervisar (un gato puede herir seriamente a un perro y viceversa), al menos mientras no estemos seguros que el equilibrio y el respeto ya se logró.

Es más fácil lograr una excelente interacción si dos especies diferentes se conocen desde cachorros, pero no es imposible lograr una amistad entrañable entre adultos. De todas formas se debe considerar los límites de cada especie y no arriesgar la vida de ninguno.

Es necesario que un veterinario nos oriente, ya que una especie puede transmitir enfermedades a otra (ej: las tortugas a los perros)

Andrea Poblete Pérez

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