martes, 2 de agosto de 2011

Comportamiento y educación canina (14)

Tenencia Responsable de Mascotas

Tener una mascota (cualquiera) es un compromiso de por vida.

Debemos entender que los cachorros de todas las especies de animales (incluso humanos) están físicamente conformados para provocar ternura y ganas de protegerlos, pero los cachorros crecen, y cuando son jóvenes (igual que los humanos) pueden hacer travesuras, o causar algunos destrozos, muchas veces por que aún no se sienten cómodos con su tamaño, y parecen torpes, botan cosas, etcétera.

Los mamíferos cambian los dientes, y el proceso es molesto, pero se alivia mordiendo cosas (igual que los niños) y eso puede significar una pantufla menos, o el guardapolvos del living lleno de marcas de dientecitos.

Los cachorros, al igual que los niños, deben aprender a ir al baño, y el proceso puede ser tedioso y lleno de “accidentes”, igual que dejar los pañales…

Pero…

Si adoptaras a un niño, ¿lo abandonarías por que no es tan lindo cómo era cuando bebé?, ¿lo dejarías en la calle porque se hizo pipí en tu sillón favorito?, ¿lo dejarías amarrado a su silla por semanas porque se peleó con un amiguito en el jardín?

Si adoptas una mascota y la integras a tu familia, si la estudias y te haces responsable, tendrás una compañía incondicional y será un compromiso que durará toda la vida de tu amigo y parte importante de la tuya.

Hay mucha gente que dice que no tendría jamás otro animalito, porque se sufre tanto cuando mueren.  A excepción de los loros, tortugas, y otros animales longevos, en general, los humanos sobrevivimos a nuestras mascotas, por lo que debemos aceptar el hecho que probablemente tendremos que vivir el duelo por su muerte, pero a cambio tendremos años de la más pura entrega de cariño.




Antes de adquirir una mascota (de la especie que sea) debemos preguntarnos para qué lo queremos, qué haremos si no cumple nuestros objetivos y qué vida pretendemos darle

Debemos considerar que una mascota NO es un juguete, es un ser vivo, y si la adquirimos para que nuestros hijos tengan responsabilidades, debemos tener en cuenta que si nuestros hijos fallan, la responsabilidad es nuestra. Si a Juanito de 13 años se le olvidó cambiarle el agua al perro, debemos estar pendientes de cambiarla nosotros, ya que el perro no DEBE sufrir las consecuencias de la irresponsabilidad de Juanito.

Si adquirimos un perro debemos considerar en el presupuesto familiar los ítems de comida, veterinario, casa, y si corresponde peluquería y paseador (si no tenemos tiempo para que pasee a diario, no es culpa del perro).

Un perro adoptado adulto puede requerir más tiempo para adaptarse a su nuevo hogar, un cachorro adoptado o comprado se adaptará más rápido, pero requiere entrenamiento para hacer sus necesidades donde nosotros le indiquemos. En ambos casos la clave es “paciencia”, y la recompensa en cariño y lealtad son insuperables.

Un cachorro comprado puede haber sido separado de su madre y hermanos muy tempranamente (antes de los 60 días), con las consecuencias de dificultades en la socialización, no conocimiento del lenguaje canino, etcétera.

Si queremos un perro de una raza determinada, debemos escoger muy bien al criador, ya que muchas veces se reproducen malos ejemplares, pero que físicamente corresponden al estándar de la raza. La gente que reproduce perros en sus casas no siempre tienen el conocimiento que se requiere para ser criador, y pueden aparecer enfermedades genéticas. Además corremos el riesgo de pagar por un cachorro que se ve como un westy, pero cuando adulto resulta ser algo totalmente diferente.

Comprar cachorros producidos en casas de gente que no tiene conocimientos de criador, sólo fomenta la tenencia irresponsable de mascotas, el abandono de perros, el sufrimiento de las perras reproductoras y el lucrar con animales de gente inescrupulosa.

Las estadísticas son muy tristes: 9 de cada 10 perros termina abandonado. Puedes cruzar a tu perrita para vivir la experiencia (tú, porque ella no lo necesita). Puede que regales a todos los cachorros, pero de esos cachorros, no todos terminan sus días en el hogar donde los regalaste: algunos son lisa y llanamente abandonados, otros se escapan, otros por “pasearse solos” terminan atropellados o perdidos por ir tras una perra en celo. ¿Realmente quieres ser parte del problema?. Esteriliza!

Un perro adoptado puede presentar algún problema producto de un trauma anterior. Debemos respetarlo y ayudarlo. Si nos supera, pedir ayuda profesional.

Un perro que sale de un refugio o del frío de la calle, o ha sobrevivido a la maldad y al abandono humanos, nos compensará con creces nuestra paciencia y cada día sentiremos esa satisfacción que da el saber que ayudamos a que el mundo sea un mejor lugar, sólo con hacer que un perro se sienta feliz y protegido en nuestro hogar.


Es imprescindible la visita periódica al veterinario

Se deben respetar los calendarios de vacunas (séxtuple u óctuple, antirrábica) y desparasitación interna y externa. La responsabilidad de respetar los tiempos es nuestra, y así como escribimos en la agenda o en el teléfono el recordatorio de nuestro aniversario o el cumpleaños de la amiga, podemos escribir también la fecha de la próxima vacuna de nuestro perro, para que siempre esté protegido

Que nuestro perro salga poco de la casa o viva en un barrio limpio, no es excusa para no controlarlo con el veterinario. Que “nunca tenga problemas” tampoco. Es mejor prevenir que curar.

Frente a cualquier duda es mejor preguntarle al veterinario antes que aplicar “remedios caseros”

No tener miedo ni vergüenza de pedir una segunda o tercera opinión frente a problemas delicados

El chip de identificación es un dispositivo que se ubica bajo la piel del perro. La inserción es indolora y el chip es del tamaño de un grano de arroz.  Permite a los veterinarios saber si el perro que están atendiendo corresponde al dueño en la base de datos, y es una excelente herramienta para recuperar perros perdidos o robados. No es necesario que el perro sea de raza para tener un chip



Todos los perros deben tener identificación en su collar, aunque tengan el chip bajo su piel.

La identificación consiste en una chapita colgando del collar (que siempre debe estar puesto) con el nombre del perro, teléfono(s) de contacto y -si alcanza- un correo electrónico. Si el perro tiene alguna condición especial también es bueno escribirlo (ejemplo: epilepsia). De esa forma tenemos más posibilidades de encontrarlo en caso de pérdida.

Debemos asegurarnos que la chapita esté en su collar, ya que a veces, por el uso y por juegos o por rascarse el cuello, la chapita se pierde, y un perro con collar puede verse muy lindo, pero si se pierde y tiene la suerte de caer en buenas manos, no sabrán dónde devolverlo.

En algunas localidades existe un registro de mascotas, donde al perro se le asigna un número, que también debe ir en su collar.



A diferencia de los gatos, el perro no se puede lavar solo todo el cuerpo.
Es necesario bañarlo, pero debemos hacerlo con los productos adecuados, ya que los productos para humanos pueden ser nocivos para la piel del perro, ya que tenemos diferente pH.

La periodicidad del baño dependerá del ambiente donde se encuentre, de si duerme dentro de la casa, de los olores, o de situaciones particulares como paseos a la playa, baños en el mar, juego en el barro, etcétera.

Hay baños cosméticos y sanitarios. Estos últimos permiten el control de pulgas, piojos y garrapatas.

El pelo de los perros varía según el ejemplar, pero en general todos los perros pelechan o botan pelo muerto, 2 veces por año. Este proceso puede ser muy desagradable para los humanos, pero se acorta si lo ayudamos cepillándolo.

Si por espacio o tiempo no podemos bañarlo y acicalarlo nosotros, podemos usar los servicios de una peluquería canina, aunque el perro no sea de raza.
También es necesario cortarles las uñas, según lo que se gasten naturalmente. Hay perros que tienen un quinto dedo con una uña que no toca el suelo, por lo que crece sin control. Es necesario que, si no se amputa el dedo, cada cierto tiempo el veterinario o peluquero canino corten esa uña, ya que el crecimiento es curvo y se la pueden enterrar en la piel.

Recuerda proteger los oídos con motitas de algodón durante el baño, sobretodo si tu perro es de orejas caídas. Si se rasca mucho las orejas o si éstas tienen mal olor, debes llevarlo al veterinario, ya que puede tener otitis, que es tan molesta para los perros como lo es para los humanos.



Debemos también preocuparnos de la higiene dental del perro.

Los perros, igual que los humanos, cambian los dientes. Es por esto que entre los 4 y 6 meses muerden todo, pudiendo ocasionar grandes destrozos. Las razas pequeñas tienden a tener más dificultad en cambiar los dientes de leche, quedando muchas veces retenidos, observándose en la boca tanto dientes de leche como definitivos, muchas veces apiñados. Este desorden genera gran acumulación de placa bacteriana y restos de alimentos, lo que puede afectar gravemente la salud bucal del perro, predisponiéndolo a enfermedades como la periodontitis, igual que en los humanos.

El veterinario nos ayudará a saber si el perro tiene dientes de leche o no y si es necesario extraerlos.

Los perros que comen alimentos de diferente consistencia, o que comen comida de humanos, tienen más posibilidades de acumular sarro, que no es otra cosa que restos de alimentos sin eliminar apropiadamente, que se terminan calcificando y pegando en los dientes. Este sarro acumula a su vez más placa bacteriana y restos de alimentos, y la encía comienza a verse afectada, luego el hueso, y finalmente el diente se soltará y se caerá, pasando por un proceso de infección que causa dolor y dificultades en la alimentación.

¿La solución?:

  • Controles periódicos con el veterinario, quién determinará si el perro tiene periodontitis y si es necesario realizar una limpieza profesional (destartraje)
  • Control de alimentación: los perros que comen sólo pellets tienen menos posibilidades de acumular restos de alimentos, y por ende no desarrollarán periodontitis.
  • Cepillado semanal: existen cepillos de dientes especialmente creados para perros, pero un cepillo para niños también puede servir. No usar pasta de dientes que no sea especialmente formulada para perros.


Las orejas son una fuente constante de problemas, sobretodo en perros de orejas caídas, por lo que debemos preocuparnos de llevar a nuestro perro al veterinario si se rasca mucho la zona de las orejas y el cuello, o si sacude mucho la cabeza, o si tiene un olor extraño.



Los perros originalmente eran carnívoros, pero por su convivencia con el hombre comenzaron a agregar vegetales en su dieta

Hay alimentos que no pueden digerir correctamente y que son dañinos para ellos, como chocolates, papas, harinas blancas (pan, galletas, etc)

La forma más simple de alimentar a un perro en forma balanceada es mediante pellets, pero es bueno que el veterinario recomiende sobre el mejor alimento para cada individuo, ya que hay diferencias sustanciales en precio y calidad, y determine la cantidad a comer diaria

El agua debe ser siempre fresca y estar SIEMPRE disponible en un recipiente limpio, y lejos del sol, para mantenerla fría.

 

El perro puede dormir dentro de la casa o en el patio o jardín, pero si duerme fuera debe tener una casa protegida del sol, lluvia, viento, etc., y debe estar libre de pulgas, piojos y garrapatas, para lo cual hay que limpiarla periódicamente y aplicar antiplagas si es necesario.

Es mejor que prefieras las casas menos amplias, para que en invierno no se escape el calor que produce el perro. En verano puede soportar el calor echándose a la sombra.

Dentro de la casa también es bueno que tenga una cama propia donde descansar, aunque le permitamos dormir en nuestra cama 

Las mantas y cojines deben lavarse periódicamente para evitar malos olores



SIEMPRE debe ir con correa

Los perros NO se pasean solos. Eso sólo los expone a ser atropellados, perderse por seguir a una jauría, ser maltratados por gente ociosa, contraer enfermedades, comer alimentos que no son buenos para su salud, etcétera.

Si la ley lo exige o si el sentido común y conocimiento de nuestro perro lo aconseja, debe ir con bozal, pero con la precaución de evitar el bozal en días calurosos ya que no pueden regular la temperatura sacando la lengua

SIEMPRE debemos recoger la caca que hizo nuestro perro, y botarla en un basurero habilitado, aunque estemos paseando en un lugar deshabitado. Es una muestra de cultura y de buena educación.



No llevarlo en el pick up de las camionetas sin la seguridad apropiada. El riesgo es extremo para el perro, y en caso de arrancar puede ser atropellado, o causar un serio accidente automovilístico. Puede ser un perro muy tranquilo y obediente, pero por perseguir algo, los perros a veces pierden la cabeza.

No llevarlo con la cabeza afuera de la ventana

No llevarlo sin cinturón de seguridad o sin caja de transporte: un perro en un choque se transforma en un proyectil, y además puede ser una fatal distracción para el conductor. Por otro lado, el hecho de ir bien asegurado, impide que, en caso de un choque, el perro se arranque asustado y se pierda.

No dejarlo JAMÁS solo dentro del auto, aunque quede con el vidrio “un poquito” abajo, ya que pueden robarlo, y sin la ventilación adecuada muere

En los viajes largos en auto, debes preocuparte de llevar agua siempre fresca, y detenerte cada cierto tiempo para que tu perro haga sus necesidades biológicas y, al igual que tú, pueda estirar sus patitas.

Es bueno acostumbrarlos desde cachorros a los paseos en auto, ya que si no están habituados se marean y pueden vomitar

En Chile, debes recordar que en los buses interprovinciales y en los aviones no está permitido viajar con mascotas en la cabina, y éstas deben ir en el portaequipaje. Antes de viajar, asegúrate de visitar al veterinario, para que te asesore sobre el uso de medicamentos que harán que tu mascota duerma durante el viaje. No lo automediques! Sólo el veterinario te dirá qué componente y en qué dosis administrarlo, para que tu mascota viaje segura.


El perro debe tener un lugar determinado para hacerlo. Si es la calle, debe salir con alguien que se preocupe de recoger su caca y botarla donde corresponda.

Si es en la casa, debe estar limpio, ya que un perro no seguirá ocupando el mismo sitio si está lleno, tanto de caca como de pipí. Además es un foco de malos olores y de infección.

Debemos observar las heces, ya que muchos parásitos hacen que la caca luzca diferente, y también se pueden pesquisar enfermedades acudiendo en forma oportuna al veterinario frente a algún cambio (consistencia, color, sangre, etc). Lo mismo si el perro se comió algo indebido (joyas, ojos de los juguetes, etc).


Si no somos criadores con capacitación adecuada, no es buena idea que reproduzcamos a nuestras mascotas, ya que no tendremos los conocimientos para escoger a los mejores ejemplares y hacerlo correctamente.

Muchas personas cruzan a sus mascotas de raza para ganar dinero, pero los cachorros pueden quedar abandonados (aunque sean de raza), o las perras reproductoras enfermar gravemente por falta de control veterinario.



Andrea Poblete Pérez

lunes, 1 de agosto de 2011

Comportamiento y educación canina (13)

Parte II:
Adiestramiento y tenencia responsable de mascotas




Al conocer el comportamiento canino, nos damos cuenta que en el proceso de adiestramiento, somos los humanos los que tenemos más cosas que aprender.

Una vez que conocemos el lenguaje de los perros y respetamos su naturaleza, la comunicación entre nosotros y ellos será tan fluida, que el adiestramiento será algo muy natural.

El adiestramiento presentado a continuación no está pensado en que el perro aprenda a hacer trucos como bailar en dos patas o hacerse el muerto, pero en la medida que nuestro perro entiende lo que nos molesta y lo que nos agrada, con un poco de ingenio y paciencia podremos lograr que nuestro perro nos impresione cada día.

El adiestramiento que se expone se denomina instintivista, ya que se basa en el conocimiento de la naturaleza del animal para conseguir una mejor convivencia, al disminuir al máximo los problemas conductuales.

Un perro que no deja de hacer hoyos en el patio no necesita que alguien le enseñe a traer las pantuflas para dejar de hacerlo. El dueño de ese perro debe comprender que el perro puede presentar un nivel de stress y ansiedad, lo que se soluciona con un simple paseo diario, pero un paseo como corresponde, guiado por el dueño -formado como un buen líder-, no por el perro, y con ambos disfrutándolo.


Para el adiestramiento instintivista  se desarrolle en forma eficaz, en primer lugar el dueño debe estar en conocimiento del comportamiento básico de los perros, y debe:

·        Respetar al perro como una especie diferente a la humana
·        Conocer el comportamiento canino para obtener el máximo provecho
·        Respetar tiempos
·        No traspasar la frustración al perro si es un ejemplar más lento
·        Ser constante
·        Tener paciencia

En segundo lugar debe definir cómo premiar al perro y cómo castigarlo, y debe ser constante en el uso de estos elementos para no confundir al perro.

El mejor premio para un perro es el cariño y aprobación de su adiestrador, no la comida

La forma de reprender no son los golpes. El movimiento de manos que hacemos los humanos para golpear, a los ojos del perro se ve como un juego, entonces lo confunde: “tu juego me causa dolor”

Un “No!” dicho con la voz y el cuerpo es suficiente

El dueño/adiestrador debe ser un líder a toda prueba a los ojos del perro, y este es un cambio de actitud no sólo en el período de adiestramiento, sino en la vida diaria. La clave es disfrutar esta tarea, que se de en forma natural. El perro no exige grandes requisitos para determinar que su dueño es un buen líder, por lo que la idea no debe estresarnos.  No es lo mismo ser el dueño de un perro que tener el liderazgo necesario para llevar a cabo ese proyecto del que depende nuestro puesto de trabajo.

El adiestrador debe estar 100% entregado a la tarea, ya que si está pensando en otra cosa el perro notará la distracción y no obedecerá

Las sesiones deben ser cortas, pero intensas y en un ambiente donde el adiestrador esté tranquilo

Las expectativas deben ser acordes al perro. Sobre-exigirle sólo llevará a la frustración. Debemos conocer también las limitaciones de la raza: un perro pastor es mucho más fácil de adiestrar que un terrier, ya que los pastores son perros creados para trabajar en equipo, a diferencia de los terriers que fueron creados para trabajar en forma independiente. Con estos últimos la tarea puede ser más difícil, pero podemos lograr maravillas si somos constantes, y las gratificaciones son mayúsculas.



El perro debe estar con sus necesidades satisfechas (sin sed, sin hambre, sin ganas de evacuar)
Debe estar sano por dentro y por fuera: un perro con pulgas o con dolor no pondrá la misma atención y entusiasmo

El perro debe estar en un lugar ya conocido y tranquilo para él. Un lugar nuevo implicará que el perro satisfaga su curiosidad primero antes de poner atención.


Lo primero que debe aprender un perro es cuando algo está bien hecho y cuándo cometió un error.

Si decidimos que un cariño y un “muy bien” serán el refuerzo positivo, debemos realmente sentirlo para expresarlo con el cuerpo de forma natural. Si de nuestra boca sale un “muy bien”, pero estamos pensando en que hay que hacerle la revisión técnica al auto, el perro no asociará los conceptos de “hacer algo bien = amo feliz = recibir afecto” y terminará confundido.

Si decidimos que un “NO!” es para demostrar que estamos molestos por la actitud del perro o por su error, debemos sentirlo, y naturalmente nuestro cuerpo se mostrará tenso y el perro recibirá el mensaje. Si decimos “NO!”, pero en el fondo nos hace sentir superiores cuando nuestro perro le gruñe al vecino, probablemente el perro ataque a nuestro vecino en la primera oportunidad que tenga.

 



 

El paseo es fundamental en el proceso de adiestramiento y en la vida diaria del perro. Sí, el perro debe salir a pasear a diario, aunque sea una vuelta a la manzana y aunque tengamos un gran patio o nuestro perro sea de tamaño muy pequeño. No se trata de espacio, se trata de explorar el entorno

El paseo debe llevarlo el adiestrador, no el perro

El perro debe ir con collar (de cuello o cabeza), no arnés, y la correa debe ser firme, resistente y de un material amigable con las manos de quién lo lleve

El adiestrador comienza el paseo. Puede usar una palabra como “junto”

El adiestrador debe variar el sentido del paseo y la velocidad sin previo aviso. La idea es que el perro sienta que el paseo es guiado por el adiestrador, no por él, y que el adiestrador sabe dónde van.

El perro debe caminar al lado del adiestrador, no adelante y no debe ir tirando la correa
Si tira, la corrección es con un tirón de la correa como un latigazo: tensionar y soltar en un rápido movimiento. El perro debe sentir como una mordida en su cuello. Este movimiento es  para collares normales, collar de ahorque (con pinchos), ahorque de corredera, etcétera. Este movimiento con la correa emula una mordida en el cuello. La mordida en el cuello es la forma que tienen los padres cuando educan a sus cachorros, pero no es una mordida sostenida: es apretar y soltar.

Si tira el movimiento de la correa debe ir acompañado de un “No!” o de la palabra escogida para reprender

Si deja de tirar se felicitará

Perros muy grandes o con mucha fuerza son manejados de mejor forma con collar de cabeza

La mejor forma de evitar correcciones en los paseos es acostumbrar al perro desde cachorro a su paseo diario

Claves: constancia y actitud de líder



La palabra escogida como comando debe ser cómoda para el dueño. El perro no comprenderá el significado de la palabra, pero sí la intención en el tono de voz (sit, sentarse, sentado, siéntate)

Debe ser una orden calmada, no gritando y debe ser acompañada con un gesto con la mano.

Si el perro no se sienta habitualmente en forma natural, debemos ayudarlo bajando la grupa con una mano, y al mismo tiempo irguiendo el pecho y mentón con la otra mano

El gesto con la mano, que acompaña a la palabra,  puede ser el que realiza la mano que sube por el pecho



 

Una vez sentado, debemos repetir la orden y felicitarlo por hacerlo bien. Se debe repetir tanto como sea necesario para el perro, hasta que lo aprenda.
Para que se mantenga sentado, la mano que subía ahora se le muestra con los dedos hacia arriba y la palma hacia la cara del perro. Se repite el comando que se elija (quedarse, quieto, stay, etc.)

Al mantenerse en la misma posición se le felicita mientras se repite el comando y se mantiene la mano frente al perro. Si se mueve se reprende con un “No!”

Para aumentar la dificultad del ejercicio, vamos alejándonos del perro mientras repetimos el comando y le mostramos la mano. Se felicita con un “muy bieeen” dicho de forma tranquila y pausada, de otra forma se desordenará



 

En el paseo debemos frenar brusco y decir la palabra escogida para detenerse (alto, stop, etc.) en forma seca y fuerte.

Si el perro se detiene se felicita, si continúa caminando se reprende con un “No!” y se repite la orden con fuerza

Repetir varias veces, cambiando el sentido y velocidad del paseo, para que sea espontáneo.



El perro debe conocer su nombre

Si viene al llamarlo SIEMPRE hay que felicitarlo. Si lo llamamos para reprenderlo por algún mal comportamiento, el perro acude al llamado y lo retamos, el perro no va a entender que el castigo es por su mal comportamiento anterior, sino que pensará que es por haber acudido al llamado de su dueño, y la próxima vez lo pensará 2 veces antes de obedecer.

Hay cachorros que aprenden más fácil la orden cuando se les invita a jugar: Lo llamamos, nos agachamos y lo volvemos a llamar. Debemos felicitarlo cuando llegue.




Otra forma para que aprenda la orden: se puede usar una correa larga, dejar al perro en un extremo y nosotros lo llamamos. Si no acude, lo vamos “recogiendo” con la correa y lo felicitamos en el camino y cuando llega

Luego de venir sin tener que arrastrarlo con la correa, le sacamos la correa y lo llamamos

Si no acude y está lejos, pero ya entiende lo que se le está pidiendo, podemos usar un llavero o algo similar para lanzarlo cerca de él. El sonido lo asustará y así le demostramos que si no obedece será castigado, aunque estemos lejos. Al rectificar y acudir se felicita nuevamente.

Si nos encontramos en una situación complicada (ejemplo, el perro se arranca a la calle) y el perro no obedece a nuestro llamado, no es una buena idea perseguirlo, ya que eso para el perro significa que estamos jugando y es él el que maneja el juego, por lo que correrá más rápido. Debemos gritar su nombre, lograr que nos mire y arrancar nosotros en la dirección opuesta, para que así el perro nos persiga.




El primer paso es que determinemos dónde pueden hacer sus necesidades

Si decidimos que será en la calle, debemos considerar varios paseos al día, sobretodo en cachorros

Los perros no harán sus necesidades en el lugar donde duermen o donde comen

Generalmente hacen pipí al despertarse, después de comer, después de jugar (o en el medio del juego si es cachorro), por lo que en esos momentos debemos llevarlo al lugar escogido como baño y felicitarlo cuando lo haga bien

Si el cachorro se equivoca y hace en un lugar indebido no debemos regañarlo, ya que entenderá que lo malo fue hacer pipí, no el lugar donde lo hizo, y luego sólo hará sus necesidades escondido, para evitar ser reprendido, ya que es algo que no puede evitar hacer

Si lo sorprendemos “in fraganti” debemos tomarlo y llevarlo al lugar correcto
Si no aprende rápido, podemos realizar un entrenamiento intensivo, pero requiere tiempo por parte del dueño:

Debemos ubicar al cachorro en una caja, acondicionada como cama
Cada cierto tiempo sacarlo de la caja para jugar con él, para que coma, etc. Y volver a ponerlo dentro de la caja.
Después de unos minutos sacarlo de la caja otra vez y llevarlo al baño.
Si no hace, volverlo a la caja y sacarlo un rato después. Si hace, felicitarlo y volverlo a la caja
Luego de uno o 2 días con este sistema, irá solo al baño cada vez que lo necesite, aunque puede tener “accidentes” en el medio de los juegos

Recordar que los machos marcan territorio orinando cosas y lugares.

Para prevenir este problema lo mejor es la castración desde los 6 meses

Un perro adulto cambiará su comportamiento si es castrado, pero demorará más que en un cachorro que no ha “marcado”.



Los premios son buenos ayudantes para un adiestramiento rápido, pero nos arriesgamos a que el perro sólo responda por comida y que suba de peso.

¿Te has fijado que a veces le das a tu perro (a modo de regaloneo o premio) un rico trozo de carne, o un trocito de jamón, y se lo traga sin siquiera masticarlo?. El comentario en general es “Pero ni lo disfrutaste!”
¡¡y es eso exactamente lo que  sucede!!
El perro está tan preocupado de tragar antes que alguien le quite su comida que no disfruta ni saborea su premio.

El premio más preciado para un perro es el afecto de su amo, pero si queremos ayudarnos de comida en un caso especial, lo podemos hacer, pero no estimulando el tragar. Debemos lanzar el premio para que lo busque o esconderlo en nuestra mano y moverlo para distintos lados. El perro disfrutará más si “caza” su premio.





El clicker es un dispositivo que emite un sonido (“click”) y se usa para felicitar al perro

El “click” por si sólo no es satisfactorio para el perro, por lo que “se carga” con comida. Eso significa darle premios de comida y apretar el clicker cada vez que el perro come. Después de muchos premios asociará el “click” con el sabor de la comida y obedecerá sólo con un “click” sin la necesidad de hacerlo comer

Los problemas son los evidentes: obesidad, obsesión por la comida, poco interés en premios diferentes, etcétera. El clicker ayuda a que el perro aprenda rápido, y quizás es una buena herramienta para conseguir que el perro haga trucos, pero no respeta la naturaleza del perro y no incide en una mejor convivencia.


Andrea Poblete Pérez

Comportamiento y educación canina (12)

Interacción canina
           
A continuación veremos cómo se relaciona el perro con sus pares, con los humanos y con otros animales, y reforzaremos los conceptos ya revisados del lenguaje canino.

La base de la buena convivencia entre dos o más perros es el respeto de la jerarquía

Si todos los individuos son equilibrados (sin antecedentes de agresividad, sin traumas, miedos, etcétera) ellos mismos se organizan en la pirámide jerárquica, pero los humanos SIEMPRE deben ser los alfa

Es por eso que las jaurías de perros callejeros son tan efectivas, y si hay peleas entre los individuos de la manada son para organizarse, pero las heridas que se producen, si es que las hay no son graves






Es mucho menos factible que un perro se pelee con otro, o que provoque la ira de otro macho si está castrado

2 hembras o 2 machos, o hembra y macho pueden convivir sin problemas, siempre que la pirámide jerárquica esté liderada por humanos. La convivencia entre dos machos es más fácil si no hay testosterona.

No debemos forzar la “amistad” entre dos perros. No necesariamente todos los perros se llevarán bien con otros perros, aunque conozcan el lenguaje, sean individuos equilibrados o estén castrados. Puede que convivan juntos sin mayores problemas, pero quizás no quieran jugar entre ellos, o no quieran compartir sus espacios o juguetes. Puede que yo no soporte a secretaria nueva, por respeto no me voy a pelear con ella, pero aunque el jefe insista, no la voy a invitar a tomarse un trago después de la oficina, y no por eso me van a despedir. Quizás si me dejan de presionar, con el tiempo, seremos las mejores amigas.



La convivencia entre perros y hombres es muy antigua, y la relación le entrega beneficios a ambos

Es imprescindible que el hombre tome la postura de líder, ya que en caso contrario lo hará el perro, y al invertirse la pirámide se genera el desequilibrio: el perro no es capaz de cumplir con la satisfacción de nuestras necesidades y se estresa

Un perro estresado, en general, es una molestia para el ser humano (ladran mucho, hacen hoyos, pueden ser agresivos, rompen cosas, etcétera), pero hay que recordar que si un perro está estresado, es culpa de un humano

Independientemente si el humano es adulto o niño, debe estar sobre el perro en la pirámide. Los adultos deben enseñarle a los niños cómo ser buenos líderes a los ojos del perro, y los niños deben entender que un perro no es un juguete, es un ser vivo que debe ser respetado y sus necesidades satisfechas (comida, agua, paseo diario, veterinario, etcétera)
Los niños pequeños deben ser SIEMPRE supervisados por un adulto cuando estén con un perro, ya que pueden ser muy crueles con los animales, y un perro molestado puede morder suave como advertencia, pero en la piel de un niño se pueden producir heridas serias

Es importante socializar al perro con niños desde cachorro (idealmente) o en su edad adulta con paciencia, pero si se tiene la posibilidad de escoger al perro después de los niños hay que considerar la tolerancia, brusquedad y las ganas de jugar del perro de acuerdo a la edad de los niños

Los perros no son juguetes, pero tampoco son humanos. Nos parecemos mucho en nuestra estructura social, pero tenemos diferentes necesidades y códigos
La alimentación nuestra puede ser dañina para un perro (papas, chocolates, harinas blancas en general son veneno para ellos), por eso es mejor que coman pellets

Los perros no tienen necesidades sexuales ni practican el sexo por placer. Es sólo una conducta hormonal para mantener la especie, y un perro puede morir “virgen” sin ningún problema ni físico ni sicológico, mientras se adopten las medidas de esterilización responsable correctamente. No debemos sexualizar a los perros como si fueran humanos

Los perros en general no necesitan usar ropa ni zapatos, ya que su pelaje se adapta en cantidad al clima. El uso de ropa es más para satisfacción de los humanos, y el sentimiento de ridículo es sólo nuestro. Sólo se debe salvaguardar la comodidad del perro, que no sienta calor ni limitaciones de movimiento. De todas formas, en los días más fríos del invierno, puede ser una buena idea abrigar a nuestro perro si es muy cachorro o si es muy viejito o si está enfermo o desnutrido.

Un perro puede vivir perfectamente dentro de la casa, incluso dormir con nosotros en nuestra cama, pero si un día no queremos que lo haga, el perro debe seguir la orden, y eso se logra siendo un buen líder.
A la hora de la comida siempre es mejor que el perro coma después de los humanos, y no se le debe permitir “pedir” comida. Ese comportamiento se corrige mejor mostrándole los dientes y gruñendo un poco, que gritándole que no lo haga



Actitudes no deseadas:

  • Que el perro ponga sus manos sobre nosotros
  • Que “exija” cosas (comida, cariño, etc.)
  • Que simule movimientos de monta
  • Que marque territorio en el nuestro
  • Que gruña estando nosotros presentes
  • Que no permita que nos acerquemos a su comida





Los perros sin un liderazgo correcto por parte de sus dueños pueden sufrir este trastorno

Se trata de llantos, ladridos descontrolados, destrozos en la casa, cada vez que los humanos dejan al perro solo.
El perro sufre ansiedad porque considera que los humanos que se van son sus cachorros y confía tan poco en ellos que cree que no sobrevivirán solos

La solución es simple: ¡ser un buen líder!, y no sentir pena por tener que dejar al perro solo mientras estamos en el trabajo. Si no fuera por que tenemos trabajo no podríamos darnos el lujo de tener a un perro bien cuidado




Incluso en los animales que viven en la calle podemos ver esta relación

Debemos siempre ser prudentes y no olvidar que el perro originalmente es un animal carnívoro cazador.
Tampoco podemos olvidar las características propias de cada especie y las diferencias de fuerza y tamaño: lo que es un juego para uno puede matar al otro

Debemos considerar además el propósito de cada raza: quizás no funcione la amistad entre una raza ratonera como el yorkshire y un hamster.

No es buena idea forzar las relaciones. Si bien los animales no sienten celos como nosotros, los perros sí pueden sentir amenazada su permanencia en la manada por ser desplazados por un nuevo integrante, y esto puede causar serias peleas o incluso la muerte de uno de ellos. Para disminuir el riesgo que esto ocurra el perro debe sentirse cómodo y seguro en la manada, para lo cual es imprescindible que los humanos sean buenos líderes.

La clave es ser prudente y respetar la naturaleza de las especies y de la cadena alimenticia. Por esto siempre se debe supervisar (un gato puede herir seriamente a un perro y viceversa), al menos mientras no estemos seguros que el equilibrio y el respeto ya se logró.

Es más fácil lograr una excelente interacción si dos especies diferentes se conocen desde cachorros, pero no es imposible lograr una amistad entrañable entre adultos. De todas formas se debe considerar los límites de cada especie y no arriesgar la vida de ninguno.

Es necesario que un veterinario nos oriente, ya que una especie puede transmitir enfermedades a otra (ej: las tortugas a los perros)

Andrea Poblete Pérez