lunes, 1 de agosto de 2011

Comportamiento y educación canina (7)

Juego

El juego es vital para los perros, incluso cuando son viejos.
Es la forma más efectiva para aprender, y es la manera que ocupa la manada para educar a los cachorros. Además los relaja y es la mejor herramienta para socializar saludablemente.


Jugar con nuestro perro no sólo mantiene su salud mental estable, sino también la nuestra

Parte del juego consiste en dar pequeñas mordidas (ser responsable, sobretodo con los niños). El perro determinará hasta dónde puede morder según nuestra actitud. Si nos duele, debemos hacerlo notar con un “Ay!” (por ejemplo) para que disminuya la presión. Entre perros, si a uno le duele, chillará, y si la presión sigue el juego se acaba, por lo que el perro aprende rápidamente hasta dónde llegar, ya que no querrá que el luego se termine tan rápido

El juego es guiado por el líder, por lo que el líder arranca, no persigue; el líder tira el juguete, no lo busca; el líder pone el fin al juego.

El líder decide cuándo comienza el juego y cuándo termina, aunque si el perro nos invita a jugar, podemos perfectamente acceder, si es que así lo queremos


Andrea Poblete Pérez

                                                       ¿Juguemos?

Un perro que juega, es un perro relajado. Un perro que juega con actitudes sumisas, puede jugar con un perro sumiso o dominante. Un perro que juega con un niño, es mejor que tenga actitudes sumisas, por la seguridad de ambos.


La cachorra de la izquierda, juega con su madre y su hermano


Andrea Poblete Pérez

Un mes después, la misma cachorra juega con un cachorro bien socializado.  Fíjate que las orejas de ambos están hacia atrás. Se conocen y luego juegan

La misma cachorra mostrando señales de sumisión (cabeza agachada, orejas hacia atrás, cola baja) frente a los Poodle adultos, situación que luego les permite jugar sin problemas


Una buena socialización le permite al perro tener las herramientas necesarias para relacionarse con sus pares de forma segura. Aprende su propio idioma y lo hace mientras se divierte. La gran mayoría de los perros que “se llevan mal con todos los perros” tienen dueños que no son buenos líderes y además no los dejan socializar, ya que confunden sus juegos con peleas y son muy aprensivos.

Fíjate en la siguiente secuencia:







Un perro dominante (macho no castrado) conoce a una perra sumisa. Al parecer la postura de esta última le pareció un poco sexual a la dueña del perro, que decidió poner fin al supuesto “romance”





Desesperada la dueña separa a los perros y toma al macho en brazos

¿Te parece coherente la actitud de la dueña con lo que en realidad estaba sucediendo? Muchas veces vemos estas actitudes. Lamentablemente la ignorancia de los seres humanos impide que sus perros se relacionen con armonía y normalidad.
Con respecto al sexo. En los cachorros, pueden jugar indistintamente machos con hembras, machos con machos y hembras con hembras. Siendo adultos también, pero si son perros bien socializados y si no hay hormonas interfiriendo.

Un perro macho puede tener actitudes más dominantes que otro, y jugar sin problemas con otro macho, mientras el último acepte la dominancia del primero. Pero, si no están castrados, es  más posible que haya un enfrentamiento.

Si son del mismo tamaño, la pelea no pasará de mostrar dientes y gruñir ferozmente en una rosca de pelos y patas, pero si uno es de un tamaño considerablemente mayor, puede haber problemas.

Entre dos hembras las probabilidades de pelearse son menos, pero no nulas.   


Ahora, pon atención a las siguientes imágenes:



Ambas perras están jugando. A veces domina una, y luego la otra, y así el juego se prolonga por varios minutos.

                                                       Poodle mostrando la panza mientras juega feliz y relajada

La posición típica de juego es doblando las patas delanteras y levantando la grupa (el potito). La cola está relajada o en movimiento. En esta postura nos invita a jugar, aunque también la ocupan cuando están entretenidos con un juguete o mordiendo algo interesante.


Los juegos emulan las diferentes fases de la cacería

Un perro puede jugar solo (con un juguete), con otro perro, un humano u otro animal, y puede haber más de 2 perros involucrados

Si quieres invitar a tu perro a jugar, basta que tu cuerpo esté relajado, tu cara contenta y tus rodillas flectadas. Si te pegas con la palma de las manos en los muslos y lo llamas con una voz entretenida, la invitación está hecha!.

Cada juego tiene una enseñanza. Igual que los niños, los perros aprenden jugando. La mamá perra les enseñará posturas y su significado mientras juega con los cachorros. Ellos aprenderán a respetar límites y jerarquías mientras se entretienen jugando. Luego ensayarán lo aprendido con sus hermanos, siendo todo parte de una correcta socialización. Al igual que un niño que nunca ha compartido con otros niños y que no tiene hermanos, y luego se porta mal en el jardín, un perro que no se relaciona nunca con otros perros, tendrá constantes peleas con sus pares por no conocer su propio idioma.


Fíjate en la siguiente secuencia:

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